La noticia me ha llegado por medio de Manuel Rodríguez G, otro padre coraje que lleva mucho tiempo luchando antes las autoridades extremeñas ante el acoso que ha venido sufriendo su hija. En esta ocasión, sin embargo, nos pide nuestro apoyo para Ángela y su familia:
“Por favor, pásalo, distribúyelo y envía el texto siguiente vía mail, con tus datos personales, al presidente autonómico y al consejero de Educación de la Xunta de Galicia”. Yo ya lo he hecho y sigo esperando respuesta.
Mail de contacto:
secretaria.presidente@xunta.es, gabinete.educacion@edu.xunta.es
CARTA MODELO:
Sr. Vázquez Abad:
“Se necesita profesor para atender el derecho a la educación de una niña”.
Esta frase que parece pudiese ser leída en la sección de ofertas de empleo de cualquier periódico es la que desesperadamente solicita una madre de una niña que hoy tiene poco más de 14 años y medio. La petición no tendría más importancia a no ser que supiéramos algunos detalles del contexto en que se desarrolla tal solicitud; y que le recuerdo a continuación:
Ángela, niña de 14 años, no asiste a clase desde el pasado mes de marzo de 2009, obligada por unos lamentables, bárbaros y vergonzosos hechos acaecidos en el colegio donde estudiaba. El día en que cumplía 13 años fue empujada salvajemente por detrás por un “valiente” quinceañero de su colegio, que ya había protagonizado otros altercados graves. Las consecuencias de ese brutal empujón dieron como resultado graves lesiones en rodilla, codo, naríz, boca, pérdida de piezas dentales, lesión en labio, etc. y lo que es aún más grave, el derrumbe psicológico de la niña, que supuso el caer en un profundo estado ansioso-depresivo y que dio lugar a un cuadro muy grave de stress postraumático, lo que ha dado lugar a que Ángela al día de hoy no pueda atreverse a acudir a colegio alguno. De hecho las salidas de casa son infrecuentes y el temor y terror a salir son muy pronunciados, según cuenta su madre, Isabel Pérez, vecina de Fene.
Ángela ha pasado a ser estudiada por diversos especialistas, entre los que se encuentra, la doctora Araceli Oñate, la persona que junto a Iñaki Pîñuel, seguramente mejor conocen a nivel nacional, esta lacra y terrorismo socio-educativo: el acoso escolar, reflejándose en los distintos estudios y pruebas realizadas el muy constatado acoso escolar padecido por la niña.
Fruto del ninguneo y del Síndrome de negación de su colegio y, por ende, de todo un Sistema Educativo cómplice y complaciente, el responsable de no permitir tal atentado a la dignidad, libertad y derecho de cualquier persona; y más aún de una menor, se ha lavado las manos, escudándose en haber expulsado al hostigador de dicho centro durante unos días, pero intentando escurrir su obligación y responsabilidad, al no haber sabido ya no sólo velar por la integridad física y psicológica de la niña, a pesar de los antecedentes conocidos del cobarde ejecutor; sino que como vicio vil y generalizado de todo nuestro Sistema Educativo ha entendido que es mejor lavar la imagen del centro e intentar mostrar la supuesta inmaculada pureza de la ética, humanidad y decencia de dicho centro , aún a costa de despreciar el dolor de Ángela y su familia, negándole incluso un derecho tan fundamental como es el derecho a la educación, puesto que a día de hoy, Ángela lleva año y medio sin poder asistir a colegio alguno, dada su grave shock anímico-emocional, pero que el Sistema Educativo ni ha querido ni ha permitido que la pequeña reciba la adecuada formación educativa en su domicilio, con profesororado preparado y con las debidas horas lectivas que atienda diariamente la apoye y refuerce en ese derecho fundamental y por el que la pequeña Ángela se ha estancado y perdido por el momento curso y medio.
A pesar de que existen fórmulas de apoyo y ayuda a alumnos que por diversos motivos están convalecientes en sus casas y que son apoyados y ayudados por profesores para lograr un nivel educativo apto, a Ángela, en este caso se le aísla aún más , al no atender necesidades tan elementales y fundamentales como crecer y desarrollarse con una adecuada educación académica, visto que el bloqueo ocasionado por ese terrible stress postraumático, sufrido por la joven tras una agresión brutal la han relegado a estar enclaustrada entre las cuatro paredes de su hogar, dado el terror que siente.
La historia de nuestro generalizado Sistema Educativo y, por extensión, institucional, se repite una vez más: parece más adecuado negar derechos tan básicos como la educación de una niña, a pesar de ser la víctima de un terrorismo denominado bullying que manchar la integridad e imagen de un colegio, cuando en realidad la mayor mácula que se puede tener y no borrar es la de ser un elemento más del acoso escolar; es decir ser un cómplice activo y que como complaciente cobarde e incluso potenciador de tales actos depredadores, se ayude al brutal dominador a seguir en ese camino de desprecio, vejación y hostigamiento hacia indeterminadas víctimas, con actitudes tan soeces como ocultar hechos muy graves.
Luego vendrán las quejas de quienes no quisieron erradicar esa violencia, escondiendo realidades, tapando vergüenzas e incluso polucionando hechos. Quejas de los mismos profesores colegas que impasibles miraban para otro lado cuando las víctimas pertenecían al alumnado pero que muy probablemente, “pasado mañana” serán víctimas de determinados brutales adolescentes, a los que siendo aún en su infancia manejables no quisieron o simplemente no se preocuparon de ello, pues el problema no iba con estos.
Mientras tanto, una niña de 14 años lleva año y medio esperando que la cordura, lo lógica, la decencia, la ética y la dignidad de ciertos actores del entramado educativo dejen sus pasivas vergüenzas y atiendan derechos inherentes y tan fundamentales como el de una adecuada educación. Muy mala educación, por cierto de esos gestores y responsables de la antípoda de lo que ellos creen representar.
¿A qué espera , Sr. Vázquez Abad, Consejero de Educación de la Xunta de Galicia, para atender las necesidades de Ángela? ¿No le da vergüenza tener a una niña desde hace año y medio, por el momento, sin poder recibir una educación adecuada en el entorno de su lar por la negligencia de un colegio que no supo protegerla ni apoyarla convenientemente?
Actúe ya, Sr. Vázquez Abad, no sólo por dignidad y ética, sino por humanidad. Implíquese de una vez, no vaya a ser que finalmente se haga popular por ser conocido en demasiados rincones de nuestra geografía nacional por ser uno de esos políticos de tres al cuarto que no entendió rentable dar un paso honesto y ayudar a una niña, Ángela a la que la burocracia y el compadreo corporativista exacerbado la excluyeron para siempre, a pesar de ser, le recuerdo, una víctima.
Actúe e implíquese, por favor: Ángela y su madre, Isabel Pérez, entre otros se lo agradecerán. Las muchas personas que nos vamos haciendo eco y extendiendo esta denuncia pública también, dado que entendemos,que el silencio, ninguneo o mirar hacia otro lado nos hace cómplices; por lo que seríamos inconsecuentes con nuestra condición de defender los derechos inherentes del ser humano; más aún de víctimas menores.
Ruego contestación y, sobre todo una solución humana, ética y deontológica para que la pequeña Ángela por fin disfrute de una educación libre y adecuada a sus condiciones actuales.
Atte.
D.N.I: nº
Domicilio:
MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS POR VUESTRA SOLIDARIDAD.