De vuelta con momentos inolvidables

Con Maite, Izaskun y Fátima

¡Qué bien sientan las vacaciones! Erik y yo hemos pasado unos días en Navarra con mis padres. Cada vez que voy me doy cuenta de lo mucho que echo de menos mi país. Ay, no quiero ponerme nostálgica… Sé que un día volveremos, Erik ha avanzado muchísimo en todos los aspectos y su español mejora día a día. Ya habla mejor que mi marido, jeje.

Mientras escribo esta entrada, vuelven los recuerdos de estos días pasados.

La satisfacción de mi padre al irse a solas con su nieto de paseo, a la huerta o de excursión al Monte San Cristóbal; se le quebraba la voz de emoción al decirme cómo habían conversado sin problemas y lo bien que se lo habían pasado recogiendo juntos alcachofas, comparando la altura de los montes o viendo el pedazo de beso que Erik le estampó a la foto de mi abuelita en el cementerio.

Mi madre ya había preparado las comidas favoritas de Erik. Días antes de ir, Erik le dijo por teléfono todo lo que quería comer. “Yaya, no te olvides de hacerme muchas croquetas, quiero cien, y de comprar chichi con hueso”. Tengo grabado el momento en el que mi madre y Erik, sentados en el sofá, leían juntos el cuento de “El oso gruñón”.

Es tan hermoso lo que hemos vivido estos días…

Además de dejarme mimar en todo momento y de desconectar a tope –estaba agotada cuando llegué a Pamplona-, el viaje me ha brindado la oportunidad de los reencuentros y de conocer en carne y hueso a personas a las que quiero muchísimo.

Volvimos a estar con Juana Bayo (¡qué linda la bebé!) y con Julia. Gracias a las dos por las recomendaciones y los libros, sois estupendas y hacéis un trabajo magnífico.

Tuvimos momento parque y merendola con Cristina, Fernando y mamá Cristina. Madre mía, Cristina está hecha ya una mujercita, y tan preciosa como siempre.

Y, uf…. Picnic en Vitoria. A ver si lo puedo contar sin que la emoción me haga bailar las letras del teclado, llevábamos tanto esperándolo…

Una mañana primaveral con un cielo lustroso nos reunimos sobre la hierba cuatro superhéroes y sus familias: Julen, Mikel, Unax y Erik. ¿Os imagináis los poderes de la piedra, el papel, la goma y la electricidad juntos? , jaja. Conectaron genial, compartieron sus pertenencias más preciadas y no pararon de jugar.

Hubo…
… lanzamiento de piedras hasta la luna
… pesca de especies variadas
… remojones para refrescarse
… montañas de pulseras de goma y un ladroncete experto
… florecillas comestibles entre gominolas y chocolate
… tortillas, choricillos caseros, vino del pueblo y coca-cola de dos litros (o más)
… creaciones con trastorno artista
… pegatinas, dibujos y tiras de papel profesionales
… cámaras de fotos que hicieron horas extra
… piezas seleccionadas del puzzle del autismo
… ciervos en lontananza
… mucho azul sobre verde
… besos y achuchones



Gracias: Maite, Julen, Fátima, Mikel, Isi, Izaskun, Unax y Joserra por haber compartido con nosostros ese día tan especial que espero se repita pronto.