Los buenos monstruos: trabajamos el miedo

Una de las actividades que hemos trabajado en el grupo de juego han sido los “miedos”.

- Identificar los miedos.

- Desmitificar los personajes y situaciones que dan miedo.

- Ofrecer soluciones cuando algo da miedo y aprender a controlarlo de forma positiva.

- Fomentar la creatividad, la imaginación y la diversión.


Iniciamos el tema con la historia de HU, el fantasma. Y a partir de ahí pasamos a concretar “qué me da miedo”. Me encanta escuchar a los niños. Erik, por ejemplo, comentó que le daba miedo “el ruido de la bomba de la calefacción cuando está apagada”, una niña dijo que “las personas que hablan muy alto” y otra: “estar en muy arriba en un sitio”. Los tres coincidieron en: estar solos, la oscuridad y los ¡MONSTRUOS!, “aunque no existen”, jeje, añadieron.

Los monstruos no existen. Pero si existieran, nosotros sólo conocemos a monstruos buenos.

Fue divertidísimo construir cada uno a nuestro “monstruo bueno”. Colocamos sobre la mesa diferentes materiales: vasos de plástico, telas, abalorios, cartulina, ojos….. y a imaginar. Estábamos dos adultos con tres niños para echarles una mano y dirigirles un poco: ¿cuántos ojos tendrá tu monstruo , ¿tiene tu monstruo pelo?, ¿por dónde comerá tu monstruo?, etc.

Cuando terminaron, hicimos fotos de cada niño con su monstruo y del monstruo solo.

Después, pegamos la foto de cada monstruo en una cartulina grande, donde ya teníamos escritas tres preguntas:

¿Dónde vive el monstruo?
¿Qué cóme?
¿Quiénes son sus amigos?

Primero comenzaron con una descripción de su “monstruo bueno”, y por turnos iban respondiendo también a las preguntas.

Al final, niños, adultos y monstruos hicimos una sesión de “stop dance”; es decir, bailar mientras suena la música, y quedarnos quietos cuando se para.

Lo pasamos genial. Y espero que vosotros también os divirtáis.