Autismo 0 - Juego 5 - en la guardería 2

Picto de Arasaac

Dejo aquí una serie de “juegos” que he hecho con Erik en la guardería y que han funcionado muy bien para la interacción, respetar turnos, aceptación de contacto corporal, conversación, socialización y no ser tan “brutote” en el contacto con otros niños (no tirarse encima de ellos, abrazarlos sin estrujar, etc.). Además sirvió de gran ayuda para que Erik se integrara después en los juegos de círculo –tiempo de círculo- que se hacen a diario (al final vendrán también estrategias para el tiempo de círculo).



Empecé trabajando con Erik y dos niños más. Poco a poco subí el número de niños.

Ejercicio 1. “Pelotitas”

Material de trabajo:
Pelotas blandas, duras, con “pinchitos” (pero que no pinchan) de distintos colores y tamaños.

No sentamos en el suelo en círculo. Dejo las pelotas en medio y comento que vamos a trabajar por una galletita salada (más adelante doy más opciones con la pregunta: ¿Trabajamos por una galletita salada o por un smarty? O variando la pregunta: ¿quién quiere trabajar por una galletita salada?, de este forma se estimula que el niño diga “yo”).

Cada uno cogemos una pelota. En esta acción he ido incluyendo diferentes opciones:
- (nombre del niño), coge la pelota roja – así se fomenta aceptación de órdenes y comprensión.
- O coger la pelota con la frase: “yo cojo la pelota roja” – así se potencia la forma “yo”.

Cuando todos tenemos una pelota en la mano, les pido que la “sientan”: que la acaricien, la estrujen, la palpen, etc. En nivel más avanzado les pregunto: “(nombre del niño), ¿cómo es tu pelota? – y se potencian así las descripciones con frase completa: “mi pelota es roja y blanda”.

Y empieza el juego que consiste en ir subiendo la pelota por el brazo, hasta el hombro y llegar a la cabeza. Conforme la pelota va subiendo vamos nombrando las partes del cuerpo: sobre el brazo, sobre el codo, sobre el hombro… Para hacerlo más divertido, nos inventamos el “poin poin”, que consiste en dar dos golpecitos con la pelota sobre una parte del cuerpo: “en el codo hacemos un poin poin”.

En los movimientos ascendentes de la pelota, decimos también “hacia arriba”. Y cuando a partir de la cabeza descendemos por el otro brazo, decimos “hacia abajo”.

Una vez terminada esta primera ronda, viene el elogio: “Muy bien, lo habéis hecho fenomenal”, ¿quién quiere un smarty? – “yoooooooooooooo”. Cada niño coge un smarty, pero no se lo come hasta que todos lo tienen.

Cuando los niños tienen el smarty en la boca, les pido que lo “sientan”, que lo chupen, mientras hacemos mímica de lo rico que está. Ahí podemos aprovechar también para hacer ejercicios de praxias: abrir mucho la boca, sacar la lengua, etc.

Como los smarties son de colores, pregunto a cada niño de qué color era. “Amarillo”, “sí, muy bien, tu smarty era amarillo. ¿Quién puede decir cosas de color amarillo?”.
Otra variante que hacemos ahora es “fantasear” con el sabor del smarty. “Oh, mi smarty sabe a aire, ¿y el tuyo?”, “el mío sabe a hierba”, etc.

Iniciamos una segunda ronda (los niños cogen una pelota distinta). Subimos por el brazo hasta la cabeza. Sobre la cabeza hacemos un “poin poin” y les pido a los niños que hagan un “poin poin” sobre la cabeza de otro niño, de forma muy suave. Cuando terminan, bajamos la pelota por la cara, nombrando ojos, nariz, boca, etc. Y la sujetamos entre la barbilla y el cuello. Les pido que cuenten hasta “cinco” antes de soltarla (luego subiremos hasta diez y hasta quince).

Cuando sueltan la pelota, decimos “rueda”, “la pelora rueda”. "Rueda cerca", "rueda lejos", etc.

Otra variante que he introducido ahora es que cuando los niños tienen la pelota sobre la nariz, simulamos ser un clown. Y nos reímos mucho, con fuertes carcajadas. A veces, digo, mientras me coloco la pelota rápido sobre la cabeza: “no soy un clown ya, ahora soy una mujer con sombrero, ¿y tú?”, y dejo que los niños respondan.

De nuevo elogios y recompensa.

La tercera ronda la iniciamos con un masaje con la pelota en el pie (se me ha olvidado decir que todos estamos descalzos y sin calcetines. Los niños se los han quitado ellos solitos y los han colocado todos en una esquina). Aquí se puede empezar a trabajar los conceptos: “pie izquierdo” y “pie derecho”. Y también pedir que masajen el pie de otro niño.

Este juego con el pie permite también jugar a decir: “ ¿cuántos pies tienes tú?”, “oh, yo tengo seis pies, ja,ja, mira, soy un insecto”, etc, para fomentar la fantasía.

Luego iniciamos el ascenso por la pierna, “poin poin” en la rodilla, muslo, barriga, pecho, cara y cabeza, con nuevo “poin poin”. Volveremos a sujetar la pelota entre la barbilla y el cuello y contaremos hasta x antes de soltar. O está la posibilidad de hacer sólo la ronda de las piernas.

Elogios y recompensa.

NOTA. Últimamente utilizo una pelotita también para establecer los turnos de preguntas. Lanzo esa pelotita y el niño que la recoge es el que debe contestar a las preguntas. Luego, él lanza la pelotita a otro niño, quien responderá. Y así hasta terminar la ronda.

Ejercicio 2: “Darse crema”

Material de trabajo: cremas con distintos olores (así se trabaja también discriminación olfativa).

Dejamos los tarros en el centro del círculo. Cogemos un bote y pido a los niños que lo huelan: “huele a lavanda”, “huele a caléndula”, “huele a rosas”….. Cada niño coge un tarro.

Las órdenes son: “date crema en el brazo” (podemos decir “brazo izquierdo”, “brazo derecho”).

Cuando nos damos crema en la cara, tengo un espejo. Nos ponemos crema sobre la nariz, sobre las mejillas, sobre la frente….. Nos miramos en el espejo, nos miramos uno a otro y nos reímos mucho. “Mira, (nombre del niño) parece un indio” y otro niño puede decir: “no, no, es un payaso”. Después nos extendemos la crema.

Un paso posterior es que cada niño le dé crema al otro: en la pierna (derecha / izquierda), etc.

Ejercicio 3: “Escondemos la pelotita”

Este juego da muchas posibilidades.

Como ahora estoy trabajando “conversación” con Erik, pues les pido a los niños que se escondan la pelota entre el jersey y la barriga. Podemos iniciar con movimiento ascendente de la pelota por un brazo y, al llegar al cuello, la metemos hasta que cae a la barriga (o empezar el movimiento por una pierna y meterla por la parte de abajo del jersey).

Comentamos: “uf, mira qué barriga tan grande”. “Hoy he desayunado / comido mucho”. Y empieza una serie de preguntas:

- (nombre del niño), ¿qué has desayunado hoy? – todos los niños irán contestando.
- A mí me gustan las tostadas, ¿y a ti?
- He comido con mi papá – mamá – en la guardería, etc. ¿y tú?
- Etc.

Otro juego es que los niños cierran los ojos. Un niño esconde la pelota en una parte de su cuerpo y los niños deben buscarla.

Más adelante practicamos que un niño esconda la pelota en un sitio y los demás la busquen con “frío, frío”, “caliente, caliente”.

TIEMPO DEL CÍRCULO


Uno de los momentos en la guardería que también puede ser problemático para nuestros pequeños es cuando se sientan todos en círculo sobre las sillas y realizan juegos o actividades como el calendario, preguntas, etc. En alemán es el “Morgenkreis”; nosotros lo llamaremos el tiempo de círculo.

El tiempo del círculo es una parte importante del día, en la cual los niños están aprendiendo a prestar atención, compartir ideas y sentarse juntos formando parte de un grupo. Además, los niños deben mantener la atención compartida, algo bastante complicado.

Pasos:
1. El primer objetivo será lograr que el niño se mantenga sentado durante el tiempo de círculo. Al principio problablemente te tendrás que sentar con él y sostenerlo en tu regazo. Si al rato está muy intranquilo, pues te levantas con él y os vais a un sitio relajado para jugar a algo juntos. Con un poquito de tiempo, el niño irá aceptando permanecer más tiempo.

Conforme el niño acepte permanecer en el tiempo de círculo, ya no lo sentarás en tu regazo, sino que te colocarás detrás de su silla, le puedes colocar la manita encima del hombro, acariciarle o decirle alguna palabra tranquilizadora.
Más adelante te podrá sentar al lado del niño; le puedes coger la manita, y con el tiempo ya no habrá ayuda física.

2. El siguiente objetivo será que el niño participe en las actividades que se estén llevando a cabo en el tiempo de círculo. Si, por ejemplo, se canta una canción y los niños dan palmas, se le ayudará el pequeño a que dé palmas también. Si seguir la canción da problemas, se puede practicar también en casa: primero le cantarás la canción completa; después comienzas la canción y haces una pausa antes de decir la siguiente palabra para ver la reacción del niño. Si no dice la palabra, sigues cantando la canción. Llegará un momento en el que el niño irá completando las palabras que no digas tras la pausa, y poco a poco irá cantando contigo también esa canción.

Si la la actividad del tiempo del círculo es una sesión de preguntas y respuestas con el profesor, ayudarás y animarás al niño a que participe y conteste a las preguntas. Por ejemplo, si el educador pregunta “¿Qué día es hoy?” y ves que el niño necesita cierta ayuda para entender la pregunta, le puedes susurrar al niño una frase hecha, como por ejemplo “Hoy es…..”.

Le ayudarás y orientarás también con cualquier otro juego interactivo que se realice, para que vaya aprendiendo a esperar su turno y a participar como uno más. Con Erik, por ejemplo, nos ayudó una pelotita: siempre que le lanzaban la pelotita le tocaba a él, además de recibir la orden de que le tocaba a él o un niño le pasaba el turno.

¡Que lo paséis muy bien!