Estimulación olfativa 3

2 DISCRIMINAR OLORES

Después de haber trabajado la estimulación olfativa de forma genérica, daremos un paso más en el reconocimiento y discriminación de diferentes olores por medio de juegos sencillos y de ejercicios.

Ejercicio 1: lotería de olores -emparejar

Nosotros utilizamos –ver fotografía- los contenedores de carretes de fotos. Así, llenamos dos cajitas con orégano, dos con clavo, dos con tomillo, dos con café, dos con romero, dos con lavanda, dos con…. Cuantas más tengamos, mejor.
En un principio disponemos sobre la mesa seis cajitas en dos filas de a tres. El niño abre el recipiente, y lo huele. Así sucesivamente hasta que encuentra su pareja.
Poco a poco iremos subiendo el número de recipientes.

Ejercicio 2: lotería de olores – reconocer y emparejar

Como el ejercicio anterior, pero el niño dirá también qué ha olido: “es orégano”. “Muy bien, busca el otro orégano”. Si el niño no reconoce el nombre de un olor, le ayudaremos.

Ejercicio 3: lotería de olores – reconocer, emparejar y valorar

Como los ejercicios anteriores, pero daremos un paso más al preguntarle al niño si le gusta o no el olor –nosotros descubrimos que a Erik no le gustaba nada el olor a romero, por ejemplo. Así que nada de cocinar alimentos con romero.

Ejercicio 4: ¿qué hueles tú? - ¿qué huelo yo?

Trabajar los sentidos es un paso previo también para ir practicando la teoría de la mente. Con este sencillo ejercicio, iremos viendo que una persona huele una cosa, y otra persona huele otra cosa distinta. Es decir, que no siempre todos percibimos el mismo olor por nuestro sentidos.

Colocamos sobre la mesa siferentes objetos que huelen: especias, lociones, pasta de dientes, hierbas armática, calcetines sucios, agua de fregar, etc. En un principio, colocamos tres de esos objetos delante del niño, y tres delante del adulto. Poco a poco iremos subiendo el número.

- Le damos un objeto al niño para que lo huela. “(nombre del niño) - ¿qué hueles tú?” - “(yo) huelo la manzana” – “muy bien, tú hueles la manzana”.
- Cogemos un objeto y lo olemos. “(nombre del niño), ¿qué huelo yo”” – tú hueles la pasta de dientes – muy bien, yo huelo la pasta de dientes.

Ejercicio 5: ¿qué hueles tú? - ¿qué huelo yo? – me gusta, no me gusta.

Como el ejercicio anterior, pero valoraremos también el olor:
- (nombre del niño),¿ qué hueles tú? – yo huelo el desodorante – Muy bien, tú hueles el desodorante. ¿Te gusta cómo huele? – Sí o no.
- (nombre del niño), ¿qué huelo yo? – tú hueles el calcetín – Sí, yo huelo el calcetín (aquí provocaremos que el niño nos pregunte si nos gusta: “pregúntame si me gusta”) - ¿Te gusta cómo huele? – No, no me gusta cómo huele el calcetín; el calcetín está sucio.

(continuará)