Las letras del alma de Higorca Gómez

Portada del libro de poemas de Higorca Gómez.



Mis días, en general, suelen ser hermosos. He comentado varias veces que me siento una mujer afortunada y feliz. Tengo una familia estupenda, unos amigos maravillosos e Internet me ha ofrecido también la oportunidad de conocer a personas con un corazón enorme.

Hace unos días el cartero me entregó un regalo que me tiene enganchada. Llegaba desde la Mancha, “donde la vista se pierde entre olivos y cepas, no hay agua ni monte”. Era el libro de poemas “Soñar, volar, añorar, recordar” de Higorca Gómez, premiado con la Medalla de Plata Internacional en Playerne (Suiza). Desde aquí, Higorca, quiero darte las gracias de todo corazón.

En realidad, más que abrir un libro, he abierto el alma de una mujer maravillosa que expresa con poemas o en sus lienzos no sólo los hermosos paisajes manchegos, sino un torrente de sentimientos con ese sello de eternidad que llevan todas las obras de arte.

Como dice Higorca en uno de sus poemas: “El amor no es cosa de un momento, cada instante tiene un néctar, y no es más grande el que más sabe, sino aquel que lo demuestra”.

En su libro de poemas “Soñar, volar, añorar, recordar” hay uno que a mí me ha conmovido especialmente:

A mi hijo Carlos

Tus manos,
acariciando mi rostro,
jugando,
sedosas caricias que guardo.
Cantábamos juntos
Más luego, en un momento
yo… te perdí.

Mamá, mamá…
escucho en la noche,
Despierto, te busco, recuerdo
y… entonces no vuelvo a dormir.

Hijo de mi alma
¿por qué te perdí?
Tú eras mi vida, mi estrella,
el camino a seguir.

Ahora, recuerdos que no tienen fin
Escucha mi cante
¡quiero ser feliz!

Juré que mi llanto verías,
mil risas, mil cantes
siempre te envolverían.
¡ay, hijo de mi alma!
¿cuándo te podré besar?
Tu cara sedosa, tu rostro angelical.

Esa cara hermosa que no puedo ver,
tu risa graciosa
que siempre tendré,
Mil penas atadas
que yo guardaré.

Mi niño bonito que no olvidaré,
la noche me trae tu recuerdo,
el día tu cante, tu risa, tu llanto,
también tu querer.

¿Recuerdas, hijo?
Los dos jugando, cantando, luchando…
Al fin, ¿para qué?
Mi alma se encoge de no poderte ver.

Precioso, emotivo, triste, intenso. No puedo seguir describiéndolo, pues asoman las lágrimas.
Os recomiendo con todo mi cariño este libro de Higorca. Los que deseen adquirirlo, pueden comunicarse con ella por via facebook o bien en sus blog increibles que son:

http://higorca-pintoressinfronteras.blogspot.com/

http://pincelesyplumas-higoca.blogspot.com/

http://www.facebook.com/home.php#!/higorca.gomez