Aceptación de órdenes sencillas 2 - Befolgen von Aufforderungen 2

Trabajar la imitación, la comprensión del lenguaje y la aceptación de órdenes sencillas dio muy pronto sus primeros frutos. Erik estaba cada vez más integrado en la vida familiar, los berrinches eran muy escasos y poco a poco iba tomando pequeñas iniciativas. En la foto se ve a Erik limpiando la ensalada; la verdad es que ahora es un “pìnche” de cocina magnífico.

Sentados en una mesa frente a frente:

Ejercicio 1: “Toma”
Sobre la mesa se colocan cinco objetos (por ej: coche, cuchara, vaso, dado, tren, pintura). Coges uno y dices: “(nombre del niño), toma el coche”.
Si el niño lo coge, lo recompensas de inmediado con trocito de comida y elogios: “bravo, has tomado el coche”. Si no lo hace, se lo colocas en la manita y lo recompensas igual.

Ejercicio 2: “señala” : Como el anterior pero con la orden “señala”.
Ejercicio 3: “coge”
Ejercicio 4: “dame”


Sentados en sillas enfrentadas más o menos a un metro de distancia:

Ejercicio 1: «Levanta los brazos»
Dilo fuer­te, lenta y claramente. Asegúrate de que no se autoestimule, esté bien sentado y te mire. No le des una indicación complicada, como «Pepito, escúchame, ahora quiero que levantes los brazos». Este tipo de indicación contiene demasiadas palabras innecesarias (ruido), e impedirá que el niño preste atención.
Si el niño lo hace, recompensa y elogios: “bravo, levantas los brazos”. Si no, pues se le ayuda a hacerlo o uno mismo levanta los brazos para que el niño imite. Recompensa y elogio.
Cuando pueda levantar los brazos y alcance el criterio, empieza a enseñar la próxi­ma conducta.

Ejercicio 2: «Tócate la nariz» (ejemplo paso a paso)
Paso 1: El estímulo. Da la indicación «Tócate la nariz». Es un buen estimulo en este momento, porque suena y es diferente de «Levanta los brazos». Durante el primer aprendizaje no elijas un estimulo demasiado parecido al que acabas de emplear, porque pretendes que el niño acierte al máximo. Por ejemplo, «Le­vanta los brazos hacia los lados» puede parecerse demasiado a «Levanta los brazos», y confundir al niño en las primeras fases. En el aprendizaje posterior es fundamental que las indicaciones se parezcan, con el fin de conseguir que aprenda a prestar atención a los detalles; Si alcanza el criterio al oír «Tócate la nariz», enséñale la próxima conducta.

Ejercicio 2: “Aplaude”

Ejercicio 3: “date golpecitos en la tripa”

Ejercicio 4: “extiende los brazos”

Ejercicio 5: “tócate la cabeza”

Ejercicio 6: “golpea la mesa con el nudillo”

Ejercicio 7: “Ponte de pie”

Ejercicio 8: “Siéntate” , etc.


Conforme sigas presentando nuevas peticiones, comprueba siempre que aún es ca­paz de responder a las que aprendió anteriormente, y a la nueva cuando la mezclas con las otras. Presenta las diferentes peticiones de modo aleatorio para poner a prueba su comprensión.

De pie:

Ejercicio 1: «Enciende (apaga) la luz” (manipulación de objetos)
Paso 1: El estímulo. Di: «Enciende la luz». Si el niño lo hace, enséñale otra conducta. Si no responde correctamente, apóyalo (paso 2).
Paso 2: El apoyo. Presenta la orden cuando el niño y tú estéis frente al interruptor de la luz. Después de dar la orden (evita pausas de más de un segundo), cógele la mano, llévasela al interruptor y ayúdale a encender la luz. Refuérzalo por esta respuesta apoyada. Después apaga la luz, espera varios segundos y vuelve a presentar la orden. Apóyalo sólo en la medida de lo necesario. Por ejemplo, después de la indicación espera uno o dos segundos para ver si alarga la mano hacia el interruptor antes de recibir tu apoyo. Una vez que tenga la mano en el interruptor, sin importar que la haya llevado allí él mismo, o tú lo hayas apo­yado, espera un segundo para ver si él mismo enciende la luz sin esperar un apoyo
Paso 3: Reducir el apoyo. Reduce el apoyo tocando o sujetando la mano del niño cada vez mas ligeramente, y retirando tu mano de la suya antes de que oprima el in­terruptor. Y así sucesivamente, hasta que lo haga sin ayuda.
Paso 4: Aléjalo unos pocos metros y repite la indicación. Si no consigue res­ponder, apóyalo con un empujoncito hacia el interruptor. Si aún no logra responder, acércalo aún más. Cuando sea capaz de atravesar la habitación y apagar la luz como respuesta a tu indicación empieza a enseñarle una nueva conducta.

Ejercio 2: otras órdenes:
- Abre / cierra la puerta
- Trae x (el niño tiene que traer un objeto. Para ayudarle, podemos colocar una serie de objetos encima de una mesa y trabajar con ellos. Luego, poco a poco, podemos irle pidiendo objetos aleatorios)
- Tira x a la papelera
- Recoge los juguetes: cuando trabajamos esta orden con Erik, nos dimos cuenta que era muy genérica. Así, por ejemplo, si habíamos jugado con los Lego y había que recogerlos, dividimos el trabajo en pequeños objetivos:
“Desconstruye la torre/puente/casa…" (lo que hubiera construido)
"Mete las piezas rojas en la caja", "mete las piezas verdes en la caja", etc.
Y en un principio lo hacíamos todo junto con él, hasta que fue capaz de irlo haciendo él solo.

ENSEÑAR UNA CONDUCTA CARIÑOSA:

Puedes usar el programa “aceptación de órdenes sencillas” para enseñar conductas cariño­sas, como abrazar, besar, acariciarte la cabeza, o la mejilla. Uno puede plantearse mu­chas interrogantes sobre este entrenamiento: «¿Es posible enseñar cariño?», «¿No será "superficial"?», «¿Es bueno enseñar cariño?», «¿No debería ser "espontáneo"?». Real­mente no existe una buena respuesta a estas preguntas, excepto que el entrenamiento sirve. (De hecho, es posible que los niños normales aprendan una conducta cariñosa de la misma manera.)

Ejercicio 1: «Abrázame»
Di «Abrázame», y ayuda (es decir, mueve) al niño para que su mejilla roce la tuya. Refuérzalo en el momento en que su mejilla entre en contacto con la tuya y grandes elogios. Poco a poco vete practicando un abrazo más completo.
Generaliza este aprendizaje a muchos entornos y con muchas personas. Redu­ce gradualmente el programa de refuerzos para ir recibiendo cada vez más abrazos a cambio de menos refuerzos.

Ejercicio 2: Dame un beso, etc.

NOTA. Nosotros trabajamos mucho el contacto corporal con Erik, así como ejercicios de estimulación sensorial (ver “cómo se trabaja el contacto corporal” y “ejercicios de estimulación sensorial”).