Imitación motora gruesa - Grobmotorische imitation

 ACTUALIZO esta entrada en febrero de 2011, con un documento de la Junta Extremadura donde se recogen muchos ejercicios de motricidad gruesa. Se puede descargar AQUÍ.

Empezamos la terapia de modificación de conducta en mayo de 2007, cuando Erik tenía 2 años y 9 meses. Hasta entonces habíamos trabajado sobre todo la estimulación sensorial -todavía seguimos con ello-, pero era necesaria una actuación más intensiva.
Por esa época, Erik apenas hablaba un par de palabras, tenía berrinches constantes, ni señalaba ni imitaba, la atención o la concentración eran mínimos y estaba siempre en movimiento con una hiperactividad exagerada. Su “juego” favorito consistía en sacar las cucharas del cajón y colocarlas en línea sobre la mesa de la cocina. Si salíamos a la calle, lloraba con frecuencia. Y en espacios abiertos, como un parque infantil, mostraba una clara desorientación.
Comenzamos a trabajar con él de forma estructurada -con objetivos muy pequeños- la imitación, la aceptación de órdenes sencillas, la comprensión del lenguaje y la conducta de juego. Es importante pasarlo bien con el niño, que esté motivado, y utilizar la estimulación positiva.
Ejercicios de imitación motora gruesa:
Cuando los niños adquieren la habilidad de imitar el cambio reflejado en ellos es enorme: empiezan a ser mas sociables al imitar los roles de los demás, el lenguaje regularmente se incrementa y algunos de ellos empiezan a mostrar nuevas habilidades. La imitación es la base del aprendizaje.
Nosotros comenzamos a hacer estos ejercicios sentados frente a frente en una mesa. Más adelante los haríamos en suelo.
Se hace una acción (por ejemplo “dar palmas”) y de inmediato se da la orden “hazlo tú”. El niño tiene que imitar esa acción (por eso no se le da la orden verbal “da palmas”). Cada vez que el niño lo hace bien, con o sin ayuda, recibe su recompensa: un trocito de algo que le guste, una caricia y un “Bravo, qué bien lo haces, das palmas”. En el caso de que el niño no repita la acción, pues se le cogen las manitas y se le ayuda a hacer el gesto.
En cada sesión se trabajan tres ejercicios, y cada uno se repite cinco veces. En sesiones posteriores se pasará a un nuevo ejercicio cuando el niño domine el anterior.
- Dar palmas
- Dar palmas sobre las piernas
- Levantar los brazos
- Extender los brazos hacia los lados
- Tocarse la barriga
- Sacudir la cabeza
- Hacer adiós con la manita
- Frotar las manos
- Palmear sobre la cabeza
- Hacer el puño
- Señalar con el índice
- Hacer el gesto de “sí”
- Cruzar los brazos sobre el pecho
- Abrazarse
- Tocarse la nariz (y las diferentes partes de la cara)
- Rascarse la cabeza
- Cubrirse la boca con las manos
- Inclinar la cabeza hacia adelante
- Ponerse de pie / sentarse
- Ponerse en cuclillas
- Ejercicios de praxias –los veremos con detalle más adelante-: Abrir mucho la boca, Sacar la lengua, Brrrrrr como un caballo, labios como en beso, etc.

Para mantener su atención, nosotros hacíamos pompas de jabón. Asimismo colocábamos encima de la mesa de trabajo elementos que le gustasen mucho: trompo, matasuegras, tren, molinillo con luces. Y jugábamos juntos con ellos como recompensa también.
El siguiente vídeo muestra algunos ejercicios de imitación. Antes de empezar se capta la atención del niño y después se da la orden "hazlo tú" ("mach nach"):