Exteriorización del "Yo" - pronombres personales 1


El juego puede ser un momento genial para estimular la producción del "yo". En este caso, mientras Erik imita la construcción de un modelo, aprovecho la situación para, en vez de dejarle coger las chinchetitas a él, preguntarle: "¿quieres otra pieza"? - "sí, yo quiero otra pieza". Ved también cómo presento cada pieza a la altura de los ojos, para favorecer el contacto visual.

Picto de Arasaac
Conforme el lenguaje de Erik avanzaba, comenzaba también a construir las primeras frases. No tenía problemas para utilizar el lenguaje en contexto, ni tampoco con las estructuras gramaticales. Sin embargo, sí que comenzaron a aparecer complicaciones con los pronombres personales.

Erik comenzó a construir frases primero en infinitivo, después en tercera persona… pero luego pasó a utilizar la segunda persona de singular; es decir: “quieres comer macarrones” o “quieres jugar con el tren”, en lugar de utilizar la forma correcta: “quiero comer macarrones” o “quiero jugar con el tren”.

Fue un proceso muy laborioso conseguir que Erik utilizara de forma espontánea el “yo”. Realizamos muchos ejercicios y usamos diferentes estrategias. En primer lugar conseguimos que Erik contestara de forma correcta a preguntas del tipo: ¿Quién quiere chocolate? = yo; o ¿qué haces? – dibujo un coche. Pero tendrían que pasar unos cuantos meses hasta que por fin hablara en primera persona de singular y después pudiese alternar el “yo” y el “tú” sin problemas, como hace hoy en día.

Empezamos con la serie de ejercicios en ésta y sucesivas entradas:
Ejercicio 1 – provocar la utilización del “yo”

En diferentes situaciones de la terapia –y del día a día- prestamos especial atención en realizar preguntas cuya respuesta fuera: yo.
En el ejemplo del vídeo (octubre de 2007), ofrecíamos a Erik diferentes objetos, y le preguntábamos: “¿qué quieres?” – “yo quiero la tijera” (después le pregunto para qué sirve la tijera = para cortar, y Erik corta). Cuando termina, le pregunto “¿quén quiere una galletita?”, y Erik contesta: “yo”. Por último, le pregunto: “¿quieres una galletita o un triángulo de maíz?”, y él contesta: “yo quiero un triángulo”.

De la misma forma, se puede provocar también mientras se realiza un juego. Por ejemplo, estás jugando con tu hijo a hacer un puzzle. Tú tienes las piezas, y cada vez que el niño necesite una pieza, preguntas: “¿Quién quiere la pieza?” = “yo quiero la pieza”. Podemos verlo en el vídeo de presentación de la entrada, donde jugamos a imitar el modelo de un tren, y cada vez que Erik necesita una chinchetita, le pregunto: “¿quién quiere el ministeck?”.


Ejercicio 2: Descripción de actividades con la forma personal “yo”

Este ejercicio se combina con actividades de imitación. Tú haces una acción: por ejemplo, aplaudir. A continuación le pides al niño: “Hazlo tú”. El niño aplaudirá. Y entonces viene la pregunta:
¿qué haces?
(Yo) aplaudo.

¿qué haces? - (Yo) levanto los brazos, etc.

Aquí dejo algunas actividades que hicimos nosotros:

- Actividades de motricidad gruesa: Levantar los brazos, patear el suelo, saltar, golpear la mesa con los nudillos, tocarse la nariz, las orejas…, cruzar los brazos, etc.

- Actividades de juego: lanzar la pelota, hacer una torre (algo sencillo) con los legos, tocar el xylofón (bajo y alto) u otros instrumentos, darle de comer a la muñeca, empujar un carrito, etc.

- Actividades diarias: lavarse las manos, beber de una taza, ponerse el zapato, cerpillarse los dientes, peinarse, lavarse la cara, etc, etc.

- Actividades de motricidad fina: pintar una raya, círculo, casa, etc. en un papel; recortar con la tijera, borrar un círculo, hacer una culebrilla con la plastilina, etc.

- Y todo lo que se os ocurra.

(continuará)