Ampliación de vocabulario 2 - Objetos y personas

El vídeo (octubre de 2007) muestra cómo Erik va aumentando vocabulario, utilizando más palabras y empezando a construir las primeras frases. le pregunto: ¿qué quieres? al presentarle algunos objetos. Y el contesta: "yo quiero la tijera". También le pregunto: "¿qué se puede hacer con la tijera?". Erik contesta: cortar papel.



Los siguientes ejercicios tienen como objetivo continuar ampliando el vocabulario así como comenzar a impulsar la construcción de las primeras frases, es decir, la unión de más palabras. Sobre todo al principio fue un trabajo que realizamos en mesa con objetos reales e imágenes. Conforme Erik lo iba dominando, generalizamos y utilizábamos esa estrategia de preguntas en el día a día.
Conviene tener al principio una lista de las palabras que el niño ya conoce, tanto de personas, objetos y acciones. A esa lista incorporaremos otras palabras que el niño no conoce pero que forman parte activa de la vida cotidiana. De esta forma podremos usar la denominada estrategia “sandwich”, es decir, presentarle una palabra nueva al niño en medio de otras que ya domina. De esta forma se reducen los niveles de frustración y el niño está mucho más estimulado.
Tiempo después de haber realizado estos ejercicios, he encontrado en Internet material de trabajo maravilloso. Merece la pena pasarse, por ejemplo, por el blog de Carol Martínez: AULA ABIERTA y utilizar sus programas en power point. Iré enlazando las links de otras páginas; con todo, en el post “ampliación de vocabulario 1” hay varios recursos para obtener material de trabajo.

Ejercicio 1 – “(nombre del niño), ¿qué es esto? o ¿quién es éste?”
Nuestra experiencia nos dice que es mejor trabajar al principio con los objetos concretos, antes de pasar a las imágenes abstractas de esos objetos.
La mecánica es muy sencilla: presentas el objeto (o la imagen) al niño, preguntas ¿qué es? y esperas la respuesta: “esto es una pelota”. Aquí ya no se trata de que el niño diga “pelota”, sino la frase completa: “esto es una pelota”. Lo más seguro es que al principio el niño sólo diga “pelota”, así que habrá que ir practicando y repitiendo hasta que diga “esto es una pelota”.
Como siempre, intentad trabajar en un ambiente relajado, con muy pocos estímulos y de forma divertida. No olvidéis recompensar al niño siempre que lo haga bien –con o sin ayuda- con unos BRAVOS, QUÉ BIEN LO HACES de lo más elocuentes, así como con otras formas que consideréis conveniente.

Este ejercicio se realizará en mesa. Después, se recorrerá la casa (o en la calle, en el parque) señalando los objetos, preguntando y esperando la respuesta.
Para trabajar las personas, usaremos fotografías. Después, lo generalizaremos o con personas reales: el papá, la abuela, la mamá, la tía, la terapeuta, la educadora, los niños de la guardería, etc.
Más adelante se pueden trabajar también las profesiones: ¿quién es éste? – éste es un bombero.


Material para trabajar las profesiones:
http://picasaweb.google.com/martha.maestras/PROFESIONESYOFICIOS2?fgl=true&pli=1#
Power point de Carol Martínez:
http://isis.zm.nu/las-profesiones-pictos-vt16563.html

Ejercicio 2 – presentar objeto o imagen sin preguntar.

Este ejercicio es un paso más avanzado del anterior. Se presenta al niño un objeto o una imagen y, sin preguntar ¿qué es?, el niño debe de contestar “esto es una pelota”. Con ello iremos viendo que el niño interioriza los conceptos y ya va contestando de forma automática.

Ejercicio 3 – “(nombre del niño), ¿qué quieres?”



Sobre la mesa tendremos distintos objetos. Para hacerlo más sencillo al principio, presentas dos objetos: uno que le guste mucho y otro que no le guste. Preguntas: ¿qué quieres?, el niño debe contestar: yo quiero el coche, por ejemplo.
Luego ofrecerás dos o más objetos. E irás combinando varios objetos que le gusten –para que vaya aprendiendo a elegir entre dos cosas que le gustan-, otros que no, etc.
Como este ejercicio puede resultar difícil, se puede variar la pregunta al principio: ¿quieres el coche o quieres el trozo de zanahoria?, para luego pasar a sólo ¿qué quieres?.
A veces es muy bueno provocar situaciones. Por ejemplo:
- Te pones a dibujar con el niño, pero faltan las pinturas. La pregunta es: ¿qué quieres? – quiero las pinturas.
- O construís juntos con los lego. De pronto faltan las piezas: ¿qué quieres?, etc.